En una zona rural entre los pueblos de Sant Lluís y Sant Climent  se encuentra esta propiedad única: un hotel rural autosuficiente con una capacidad para veinte huéspedes en pleno funcionamiento por ocho temporadas consecutivas y con altísimas valoraciones por parte de sus clientes. En una parcela de 50.000 m2 se encuentran varias edificaciones que suman entre ellos un total de 700 m2 construidos: la casa principal, una boyera de 100m2, establos para tres caballos, un gallinero, entre otras. En la finca alrededor de la casa principal se crea un paisaje muy variado con diferentes rincones con muchísimo encanto para el disfrute de sus huéspedes: Un jardín con 127 tortugas, un huerto con frutales, un campito con ovejas, la piscina con solárium, una pista de minigolf, una pista de petanca, una pista hípica, una barra exterior con terraza, un comedor externo cubierto, bosques de acebuches y prados. Delante de la casa principal hay ocho plazas de parking semi-cubiertas. Entrando en la casa, un luminoso hall da la bienvenida. A mano derecho encontramos el salón con chimenea, la cocina con dispensa y lavadero y un aseo. En el centro se ubican dos habitaciones en suite y la escalera que sube al primer piso. A mano izquierda se encuentran dos habitaciones dobles en suite, una de ellas adaptada para personas con discapacidad. En la primera planta se distribuyen 7 habitaciones dobles en suite, la principal con acceso a una terraza privada. Cada habitación tiene su propio estilo y decorado, todo hecho con mucho esmero y muy buen gusto. A lado de la entrada principal al hotel se encuentra un apartamento completamente equipada con cocina, habitación, baño, acceso independiente y terracita propia. En total, el edificio alberga 12 habitaciones y 13 baños. Las ventanas son de doble cristal y los suelos de baldosas, todo en perfecto estado de conservación. La casa y los alrededores están muy cuidados, el decorado es exquisito, respetando la arquitectura tradicional, en armonía con el medio ambiente e incluyendo muchos elementos de la vida rural menorquina. Existe un proyecto de convertir la boyera en cuatro habitaciones dobles adicionales. La finca dispone de un pozo de 100m de profundidad para agua potable y una cisterna. Toda la electricidad se produce a través de un campo de 40 placas solares con una capacidad de 10kW y con 4 acumuladores baterías de litio de última generación, instalados en 2021. El edificio se climatiza mediante una calefacción central de gasoil. Una gran chimenea instalada en el salón está conectada a la red de calefacción. Las habitaciones cuentan con aire acondicionado. Se trata de una gran oportunidad de inversión.