¿Usted quiere vivir en el campo, pero cerca de los servicios urbanos, en una casa tradicional, pero con las comodidades de una casa moderna? Lo que muchos buscan, usted lo ha encontrado. Esta casa menorquina de 100 años de antigüedad se sitúa en una urbanización tranquila a pocos minutos caminando del centro de Sant Lluís. En una parcela urbana de 1642m2, enteramente rodeada de una pared seca y valla de cañiza para preservar su privacidad, se encuentran la casa principal de dos plantas y un antiguo bouer transformado que suman 186 metros cuadrados construidos, ambos completamente reformados. En la entrada de casa, orientada al sur, hay un agradable porche que mantiene el interior de la casa fresca. La planta baja consta de un amplio salón con un rincón de estudio y chimenea de leña, el comedor, la cocina con salida a un comedor exterior, un aseo de cortesía. Por un pasillo con espaciosos armarios empotrados se llega a cuatro habitaciones dobles y un baño. El dormitorio principal tiene salida al exterior. Por una escalera interior se alcanza la primera planta que alberga dos habitaciones dobles, una de ellas en suite y con terraza propia. La casa está dotada de calefacción central eléctrica y en el salón hay una chimenea de leña. La casa mantiene el estilo tradicional menorquín, con paredes blancas, vigas de madera y el suelo con las baldosas originales de barro terracota. Todas las habitaciones están dotadas de armarios empotrados con mucho espacio de almacenaje. Se conservan las ventanas originales de guillotina y las puertas de madera, pintados al estilo tradicional británico. Para la refrigeración de las estancias se usa ventiladores de techo. El bouer alberga dos habitaciones. A continuación, se encuentra una caseta con aseo y vestidor orientada hacia la piscina. En la entrada de la parcela se encuentra un espacio privado descubierto destinado a parking con una capacidad hasta 6 vehículos, y una caseta que sirve de almacén y dispensa. Entrando en el jardín, a la derecha hay un amplio espacio destinado a la piscina de 72m2 de agua dulce con ducha, una zona de barbacoa de obra, un merendero en la sombra de un hermoso barbastro y un césped para solárium. Enfrente de la casa y del bouer hay una terraza de marés blanco. Al lado este se encuentra un porche que alberga el comedor exterior, presidido por un majestuoso pino. En el lado norte hay un lavadero externo cubierto. Detrás de la casa hay un cuidado césped, un espacio que podría convertirse en huerto, y un hermoso aljibe que recoge las aguas pluviales. Tanto los espacios interiores como los espacios exteriores están muy cuidados y preparados para brindar todo el confort y las infraestructuras para un perfecto funcionamiento del a casa. La casa cuenta con dos pozos de aguas grises y una preinstalación de alcantarillado municipal. Esta espectacular casa tradicional es una auténtica joya que se puede disfrutar de ella durante todo el año o durante largas estancias en verano. No pierda la oportunidad de conocer sus encantos.